me gustaría compartir todas las películas que veo y escucharlo con esa voz que tiene decir "así es" cuando realizo mis argumentos, jamás pensé en quererle y aquí me tiene pensándolo

 mi casa es un sorbito de ron un domingo por la tarde

 mi casa es un lugar que espera atardeceres

y al entrar, me impactó ver una pared, no era cualquier pared, era una pared rojo bermellón como alguna vez Bolaño describió el cielo en uno de sus cuentos

 sigo recordando el sonido de su voz cuando decía mi nombre, por favor díganme si algún día uno deja de extrañar

 qué cosa esto de recordar

yo digo o veo agua, viento, tierra, aire y siempre estás vos

No existe el sabor de tus besos en otros labios.

 Y qué te he de decir, cielo. Te pienso todos los días y decido amarte.

 Estoy sumergida en los cuentos de Cortázar y me siento emocionalmente curiosa y vulnerable.

Amo tanto el mes de mayo, sentarme a pensar lo frágil y hermoso de las cosas.

 La vez pasada íbamos manejando sobre las calles de la ciudad y le dije "oime, a mí nadie me dice que vayamos al Cristo del Picacho ¿Será que yo no soy de las que llevás a ese lugar? ¿Por qué? ¿Qué tipo de mujer me mirás?

Se quedó mudo.

No tolero silencios a preguntas.

 Me trajo vino, café, una cerveza y candelas. Me conoce.

 Últimamente me he fijado que me huelo mucho el cabello cuando estoy a solas y de golpe siento un aroma muy agradable.

Is this loving myself?

 Las ganas de decirle que trato a toda costa de no pronunciar su nombre porque eso sería materializar su existencia y el peso de la misma no me apetece presenciar porque sus formas de pensamiento y expresión no van de acorde a mis gustos o preferencias personales e intelectuales

 Quiero que me besen con ganas.

La frente, el cabello, las mejillas, los labios, el cuello, los hombros, las muñecas, los nudillos, la cadera, las rodillas y los tobillos.

 Que salieras de casa y me dijeras que me has encontrado al sentir el viento soplándote suave el rostro mientras cae un poco de sol y tus manos guardan aún la tibieza de mi piel compartida

 Ahora ebria voy a tomar notitas de lo que pienso. Por ahora, por ejemplo, pienso por qué mi cenicero cuadrado no tiene bordes en las esquinas o por qué teóricamente hablando, la densidad del zumo de limón balancea el sabor del ron y cómo este se siente en la lengua.

 Les voy a decir "no me dan ganas de lamerte y acariciarte" a modo de rechazo.