julio 19, 2022

Ana Ajmátova

 Llegué a visitar al poeta


  

Llegué a visitar al poeta

Exactamente al mediodía, un domingo.

En el cuarto espacioso reinaba el silencio

Afuera, en la calle, hacía frío.


Un sol agradable se paseaba

Sobre el tupido humo grisazul...

El poeta me miraba fijamente,

En silencio, como un gran anfitrión.


Es mejor ser cuidadosa

Y no mirar nunca a sus ojos;

Son ojos tan extraños

Que jamás se pueden olvidar.


No olvidaré ese encuentro

Aquel brumoso mediodía de domingo

A las orillas del Neva

En una casa grande y gris.

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